Deshojo mi imaginación mecánicamente, pulsando y cediendo mientras se embotan mis oídos. Rasgo el tiempo con tranquila impaciencia y comienzo a mecerme en quizás sin arrepentimientos. Una espina que saldrá cuando llegue la primavera y broten batidos en todos los trenes que sólo llevan stuff. Trenes que juegan con el tiempo y la ilusión ajena de forma monótona. Si se decidieran por lo menos a participar en estudios de ruido...
Sólo dos palabras para detenerlo todo, imposibles de pronunciar hasta que el viento huya al Paseo de los Jardines Efímeros.
Aconsejado por Nono y Braque
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