miércoles, 2 de febrero de 2011

Querido diario


Segundo día de terapia autorrecomendada.
No ha pasado nada digno de mencionar. Martillazos en otro piso, decisión palabrear lo que no merece ser dicho de otra forma. Reflejos en las hojas, notas que desesperan y conferencias biográficas sin fin. Sólo pido vivir. Quizás, cuando sea mayor, habré perdido este interés y me resignaré a ser yo el ponente. Punteo sobre nombres, ilusión, resignación, y veinte cañas. Atención. Fin. Y por último un borrador añejo descubierto entre pensamientos que ya no atormentan.

¿Cómo decides cuando las únicas dudas que tienes son estéticas?
Siempre debería ser algo visceral. Vomitado con cariño.
Pero la estética, ¿lo delata?
¿Como escoger en qué infierno plantas un árbol? da igual

Muy luminoso,(¿o iluminador?)

Debería consultar un espejólogo, pero creo que sólo tienen huecos Debussy y Kandinsky esta tarde.

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